PASO 1: PREPARA TU TOMA
(1)
Lávate las manos y el contenedor en el que vas a mezclar la droga – jabón y agua del grifo son perfectos.
(2)
Si la puedes conseguir, agua esterilizada es la mejor para mezclar la toma, y ¡asegúrate de que la toma esté bien disuelta!
(3)
Filtra la toma con un pedazo limpio de algodón al aspirarla, y por supuesto, ¡utiliza una nueva jeringa aún sin usar! El filtrarla impide que pasen trozos y algo del adulterante. Para filtrar la droga, aspira agua limpia por la jeringa y dispárala por encima del polvo molido. Cuanto más fino pulverices la droga, mejor se disolverá. Cuando la droga esté completamente disuelta, pon el algodón en el líquido y espera a que se absorba todo el líquido.
…
Con el émbolo de la jeringa totalmente bajado, pon el bisel (u ojo) de la punta en el centro del algodón y sube el émbolo. La mezcla líquida de la droga y el agua entrará en la jeringa. **Información – La llamada “Cotton fever” (fiebre del algodón) es causada por bacterias, no por las fibras del algodón.
Sacude o golpea el cilindro ligeramente para soltar las burbujas, si las hay.
Con cuidado, oprime el émbolo hasta que la droga llegue hasta arriba del cilindro. Ten cuidado de no oprimir el émbolo muy fuerte si no la droga chorreará y se desperdiciará. Repite este proceso hasta que consigas la cantidad deseada en la jeringa.
(4)
Solo carga la jeringa por detrás si tienes mucha prisa. ¿Cómo? Pon la droga directamente en el cilindro de la punta, agregar agua y agita, agita, agita…¡ya está!
PASO 2: PREPÁRATE TÚ
(5)
¿Por dónde te lo vas a meter? Busca un sitio fiable, como en el recodo de tu brazo. Busca la vena más gorda y más azul. Intenta alternar el sitio de la inyección…así no gastarás un solo sitio. Recuerda, las venas del cuello, las manos y las piernas son súper arriesgadas. Si es necesario usar la misma vena, inyecta a favor de la corriente desde la última inyección (bajando por la vena hacia el corazón). Esto puede evitar que empujes algún coágulo de sangre al torrente sanguíneo desde el antiguo sitio, lo que podría ser fatal.
(6)
¡Ínflalo! Pon tus venas a punto y mantenlas listas para la marcha: haz unas lagartijas o calienta la zona con una compresa. También puedes colgar el brazo por debajo de la cintura y tensa el puño. Esto aumentará la presión sanguínea, haciendo más visibles las venas.
(7)
Usa un torniquete para ligar. Debe estar por arriba del montículo del bíceps. No ligues encima del músculo o en el antebrazo. **No compartas torniquetes, las bacteria y los virus se pueden transmitir por equipo contaminado.
(8)
Cuando todo esté listo, limpia donde te lo vas a pinchar con una almohadilla de algodón con alcohol – si no la tienes, usa jabón y agua. No limpiar el punto de inyección puede causar un absceso.
PASO 3: PREPÁRATE PARA EL DESPEGUE
(9)
Entra en materia – pon la punta a un ángulo de 45° con el bisel hacia arriba. Asegúrate de comprobar que haya una chispa de sangre al retirar el émbolo. Desata el torniquete e inyecta suavemente la toma. Si arde o escuece, puede ser que no has atinado…así que PARA y saca la punta. ¡JAMÁS inyectes tina directamente en el músculo o bajo la piel! Puede causar abscesos y otros problemas de salud. También recuerda evitar las arterias. Si te inyectas en una arteria, te costará más inyectarte y será más doloroso, el émbolo se podrá retirar espontáneamente y puede que veas sangre espumosa en el cilindro. Si piensas que has tocado una arteria, saca la punta en seguida y ejerce presión firme sobre el punto de inyección. Si el sangrado continúa durante más de cinco minutos, busca ayuda médica inmediatamente.
PASO 4: PREPÁRATE PARA LA PRÓXIMA VEZ
(10)
Siempre usa una punta nueva y estéril. Si estás en San Francisco, la gente de Syringe Access Services (SAS), también conocido como intercambio de agujas, estarán dispuestos a verte y equiparte con lo que necesites para la reducción de daños. También aceptarán con gusto tus jeringas usadas y las desecharán por ti. ¿No puedes llegar a un centro de intercambio? En California, si tienes más de 18 años de edad y lo puedes comprobar con identificación, puedes comprar Y tener en tu posesión 10 jeringas sin receta médica.
Otros sitios en los EUA donde puedes encontrar acceso a puntas limpias:
Si no te sirven estas opciones, usa estos tres pasos para limpiar puntas usadas:
Llena la jeringa con agua. Golpea ligeramente para que salgan todas las gotitas de sangre. Agita la jeringa y vacíala disparando los contenidos. Repite este proceso hasta que el agua salga transparente. No debe haber nada de sangre en la jeringa.
Llena la jeringa con lejía. Deja la lejía en la jeringa durante un mínimo de tres minutos. ¡Cuanto más tiempo dejes la lejía en la jeringa mejor! Vacíala disparando la lejía. Repite este proceso por lo menos tres veces.
Enjuaga la jeringa con agua limpia y nueva. Vacíala disparando el agua. Repite tres veces para un mejor resultado. Es muy probable que la lejía mate el VIH, pero NO es efectiva contra la hepatitis C, así que siempre es mejor usar puntas nuevas cuando puedas.
(11) Son tus banquetas también, ¿verdad? No tires jeringas usadas en las cunetas de la calle o en el basurero. Guárdalas en un frasco de vidrio y tráelas al Intercambio para cambiarlas por nuevas. O puedes conseguir una caja gratis para objetos puntiagudos en los Syringe Access Services (Servicios de Acceso a jeringas) o las tiendas Walgreens – son gratis y son monas y caben unas 100 puntas viejas. Es más, para tu información, las agujas y jeringas en contenedores para objetos puntiagudos no se consideran parafernalia según la ley de California (sección 11364 del código de Salud y Seguridad de California).
Slamming (inyectarse) puede ser intenso. ¿A lo mejor no es lo tuyo? ¿Puede ser que quieras darles un descanso a tus venas? Fumar o esnifar pueden ser mejores opciones, un poco menos duro para el cuerpo. En todo caso, haz lo que pienses que sea lo mejor para tu salud y bienestar en general.
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